Si unificamos la salud de la vivienda, arreglando sus patologías constructivas y la nuestra propia en relación con la casa, no habremos resuelto todos los problemas del mundo, pero los que nos toquen más cerca seguramente sí, en armonía, equilibrio, volviendo a hacer cado a nuestra gran guía interior llamada sensibilidad.
Todo lo que está afuera está dentro
y tu mundo interior es el reflejo del mundo exterior
El Feng Shui (viento y agua en chino), es el antiguo arte milenario de relacionar las energías presentes en la Tierra, encontrando los nexos entre el mundo interior de un ser humano y el espacio que lo rodea.
En la CASA, guardamos no sólo los objetos personales, sino también las emociones y los sentimientos. Vivimos como si tuviéramos siempre un espejo delante nuestro, que refleja continuamente nuestro estado. La casa entonces, recibe ciertas atenciones o descuidados que hablan de nosotros.
Cuando queremos cambiar algún aspecto de nuestra vida, podemos ayudarnos con nuestra propia CASA, como herramienta terapéutica.
Cambia algo en ella con “conciencia y objetivos” y el resultado se revertirá en ti, porque eres la persona que vive ese espacio.
Primeras recomendaciones Feng Shui
“¿Cómo puedo mejorar aspectos de mi vida, con el Feng Shui como Arte Terapéutico?”
“¿En mi propia casa?”